Al igual que en el resto de la comarca, la cocina en Tolox viene determinada, en primer lugar, por los productos del terreno como las carnes, todo tipo de hortalizas y frutos de temporada, aceitunas, embutidos, almendras e higos, cereales y un sin fin de legumbres, se unen a espárragos, setas, tagarninas y cardos, a infinidad de plantas aromáticas o frutillos y bayas silvestres, junto a codiciadas y sabrosas piezas de caza.

En Tolox están presentes casi todos los platos típicos de la cocina malagueña y de la universal cocina mediterránea donde el omnipresente aceite de oliva es un ingrediente fundamental.

Olivos, que junto a algunas viñas, aguacates y almendros llenan las fértiles fincas del municipio y nos ofrecen aperitivos en forma de platillos de aceitunas partidas y aliñadas, sopas de temporada como el gazpachuelo de almendra o variadas y frescas ensaladas. En Tolox son numerosos los platos que se cocinan y preparan en fogones, platos típicos y tradicionales con sabor a pueblo. Platos típicos como pucheros y sopas como los bolos, la cazuela samandoña, la sopa Tolita o los maimones, hortalizas del terreno que dan lugar a platos como la calabaza frita, o carnes que se cocinan en forma de chivo en caldereta, embutidos o quesos de cabra elaborados artesanalmente. El cierre a este menú tradicional en Tolox lo ponen dulces típicos como los roscos, el pan de higo, las empanadillas o las tortas de aceite.

Para acompañar estas comidas, o simplemente para tomar acompañando al tapeo, es ideal el mosto de Tolox, un vino de baja graduación que aún se produce de forma totalmente artesanal en lagares manuales y que puede degustarse en algunos bares del pueblo entre noviembre y marzo.

La historia, las costumbres, el ingenio e incluso a veces la necesidad supo combinar estas inmejorables materias primas para obtener una cocina que nos devuelve al origen, al sabor y tradición de la cocina de nuestras abuelas y que aún hoy perduran en las mesas de Tolox.